miércoles, 26 de agosto de 2015

AQUELLAS RUMBAS QUE NUNCA VOLVERÁN

Basado en mi experiencia, y como dato histórico para aquellos menores de 25 años, hijos del Internet y que no imaginan cómo era vivir sin tanta dependencia electrónica; decidí escribir sobre el comportamiento juvenil en los noventas, aclarando que, aunque soy modelo 79, poco me acuerdo de los años 80.

¿Cómo era la rumba noventera? Comencemos desde la planeación de la rumba. Si el grupo de amigos no salía del mismo lugar y, ante la ausencia de teléfonos móviles para comunicarse “en cualquier momento y en cualquier lugar”; para nuestra generación, la salida a “rumbiar” tenía que ser planificada concienzudamente con tiempo prudente de antelación y, por supuesto, implicaba una confianza ciega en la palabra del otro. Decir “en Galerías a las 8.30 de la noche”, era casi un juramento de sangre, con el que nos comprometíamos a estar a esa hora en ese lugar, bajo la amenaza de quedar por fuera de planes futuros por “faltón”.

Sin Internet en el que se pudiera encontrar toda la información de un bar o discoteca, básicamente se escogía un lugar conocido por todos, o que alguno hubiera descubierto por casualidad. Eran primordiales las indicaciones para llegar o la dirección del lugar y nuestros GPS solían ser los celadores o vendedores ambulantes cercanos, quienes nos ayudaban a encontrar dichos sitios.




A diferencia de hoy, donde pululan las fotos en la rumba, antes eran casi inexistentes, por el valor astronómico del revelado en Foto Japón o Fotorres, y por la incomodidad que suponía llevar una cámara gigante de las de antaño en un bolsillo pequeño; esto, sumado a que las posibilidades de que la foto quedara oscura, desenfocada o el rollo se velara, eran latentes. Estas condiciones hacían que cada foto se programara con extremo cuidado y “muy de malas” el que hubiera quedado con los ojos cerrados, mueco o con cara de borracho.


Ante la dificultad de la comunicación fuera de la casa, era imperante tener monedas de 50 o 100 en los bolsillos, para llamar en caso de alguna emergencia o retraso. Lógicamente los papelitos y agendas pequeñas eran frecuentes para tener los teléfonos fijos de los amigos y, por supuesto, anotar el teléfono del posible “levante” de la noche. Si alguno no llegaba a la cita programada, era necesario rezar para que la cabina amarilla de teléfono con olor a orines de borracho, funcionara bien y no hubiera sido desvalijada por delincuentes.



El reguetón de la época era el house… 2 Unlimited, MC Hammer, Technotronic, grupos con los  que se bailaba “sabroso” y con pasos improvisados, pues, ante la falta de un youtube, era muy raro ver los videos originales (a menos que se fuera seguidor de A Toda Música, con el inexpresivo César Ramírez o Ritmo de la Noche con el gran Mao “siemprellevogafasnegrasasíseaenlugaresoscuros” Mix). El “chacho” de la rumba era aquel que supiera los pasos reales de la canción y, generalmente, terminaba en el centro de un círculo formado por los sorprendidos.



Los principales avances tecnológicos de nuestra rumba eran figuras proyectadas sobre un humo que hacía toser imparablemente, lluvias de un insólito líquido neón que quemaba la piel, baños de espuma, al parecer hecha con jabón rey, que desteñía toda la ropa, y los famosos “strober” que engañaban la vista, haciendo más atractivas a personas poco agraciadas, (era muy normal llevarse una sorpresa al salir del lugar y ver que la hermosa mujer de ojos claros y dientes de un blanco imposible, tenía ojos más negros que los de uno y los dientes amarillos de tanto fumar).




Completamente diferentes eran las rumbas casa, ante la ausencia de Smartphones, USB’s, MP3’s, DVD’s y hasta CD’s, bienvenidos eran los vinilos y los casetes. Con los primeros no había mucho problema, a menos que el disco estuviera rayado (y seguramente se había intentado rescatar aplicando betún el mismo); pero con los segundos, había una dificultad extrema para poner una canción solicitada, pues, mientras se adelantaba o retrocedía el casete, era imposible saber en qué punto de una canción quedaba, a menos que el improvisado DJ tuviera audífonos o escuchara en silencio hasta hallar la canción. Incluso, era muy frecuente escuchar casetes pésimamente grabados de una emisora, por lo que, mientras la gente bailaba, la canción terminaba abruptamente o se escuchaba una cuña radial como “¡Tro-tro-tro-tropicana!”; lógicamente este tipo de sorpresas terminaba en rechifla por parte de los amigos.

jueves, 14 de mayo de 2015

SOBREVIVIENDO AL TRANSPORTE PÚBLICO

Hoy decidí escribir sobre esas situaciones y comportamientos que se pueden registrar con frecuencia en el transporte público, léase bus, buseta, colectivo, SITP, transmilenio, alimentador, etc; y que, aunque importan un carajo, me atreví a describir ante una completa falta de ideas para este blog:

Por regla general, un hombre tiene un 98% de posibilidades de tener que viajar parado todo el trayecto en un transporte público en hora pico. Si usted, caballero, va en bus y cuenta con la casualidad de que la silla frente a usted queda vacía, no se haga ilusiones, es perfectamente normal que ante usted sienta las miradas inquisidoras de la gente, esperando que usted ceda el lugar a una mujer, sin importar si realmente lo merezca; tampoco espere disculpas de parte de esa señora cuarentona y obesa que le quitará la silla, empujándolo sin pena. Por otra parte, si usted es de ese 2% de hombres afortunados que logró sentarse, tiene 2 posibilidades, perder la silla en la siguiente parada, o luchar sin dignidad por esta inesperada fortuna, haciéndose el dormido para no darle el puesto a nadie; tampoco se sorprenda si la misma señora obesa lo golpea repetidamente con el bolso para despertarlo con el fin de que se pare inmediatamente. 



Hablando de dormir, es perfectamente normal encontrar un somnoliento en el transporte público. Sin embargo, muy pocas veces, estos sueños plácidos tienen un buen término, más bien, por lo general, aquel entregado en los brazos de Morfeo, termina despertándose de una manera abrupta, ya sea con un cabezazo certero al mejor estilo de CR7 contra la silla de enfrente, con un golpe seco contra el vidrio lateral o, peor aún, con un terrible frentazo contra la manija del vidrio, cuyo dolor produce un latido interno que el afectado piensa que todo el mundo puede ver y, en ocasiones, genera la sensación de tener sangre en la parte golpeada. Las personas reaccionan de dos maneras diferentes frente a los golpes que los despiertan. Unos terminan despiertos con el ojo aguado, maldiciendo silenciosamente la vida y sobándose con disimulo el área afectada, mientras que otros prefieren hacer como si nada hubiera pasado y como si el tremendo sonido del golpe hubiera provenido de otro lugar del vehículo; las personas de este segundo grupo terminan generalmente dormidas de nuevo y repitiendo interminablemente el ciclo sueño-"tiestazo"-dolor.

Por otro lado, cuando a usted las circunstancias le obligan a ir de pie, siempre, siempre que usted se agarra de la poco higiénica varilla de un bus y que generalmente tiene una sustancia pegajosa que se adhiere fácil y asquerosamente a su mano... Siempre, va a sentir la imperiosa necesidad de rascarse la cara por una picazón que no da espera. Si se olvida de todas las bacterias que puede llevar a su cara, bien puede aliviar la comezón, pero si guarda algo de escrúpulo, tendrá que recurrir a ciertos malabares para rascarse con las mangas de la chaqueta, la sombrilla, la maleta, etc.

Y en lo posible trate de evitar tener a su lado a alguien con maleta, pues generalmente se trata de estudiantes que parece que llevaran un enano metido en estos utensilios y que, al hacer un movimiento mínimo, se genera una fuerza descomunal que lo puede llevar a usted a "irse de jeta".

Finalmente, no intente forzar su entrada a un vehículo que ya parece vomitar gente por la puerta. Esto lo puede llevar a exponerse a que, le quede media pierna volando, pierda un zapato en la entrada y, si es mujer, quede con medio bolso por fuera o con el pelo aprisionado por la puerta; lo que divertirá mucho a los demás ocupantes del bus, pero no será tan agradable para usted.

viernes, 16 de enero de 2015

MISERIA HUMANA VIII. MILAGROS INESPERADOS


Hace unos años, el señor “R” me contó una historia sorprendente en la que nuestro protagonista es un humilde “sordomudo” que pedía limosna en el centro de Bogotá (disculpas por sonar despectivo, pero debo hacer el énfasis de “mudo” para el resto de la historia).

En aquella tarde fría capitalina, el señor “R” se encontraba en una buseta, sin mayores contratiempos, hasta que un “sordomudo”, aprovechando que la buseta estaba detenida esperando el cambio de semáforo, intentó ingresar al vehículo para pedir dinero.

 –Nooooo, hermanito, no se suba, se acabaron de subir- expresó el conductor del bus, impidiendo que el sujeto cruzara la registradora.

El supuesto “sordomudo” comenzó a suplicar a base de sonidos y señas para hacer entender al conductor que realmente necesitaba subirse.

-Paila, hermano, se acabaron de subir- insistió el conductor, ya cansado con la insistencia del hombre que, al ver que sus súplicas silenciosas iban a ser inútiles, decidió dejarse llevar por el sentimiento de furia que lo embargaba en ese momento, mientras se bajaba de la buseta.

-MALPARIDO HIJUEPUTA…- Gritó el “sordomudo”, logrando la atención de todos los desinteresados ocupantes del vehículo y, por supuesto, generando una sorpresa mayor en el conductor que, boquiabierto, se quedó sin el habla que recuperó milagrosamente el “sordomudo".

martes, 28 de octubre de 2014

CUANDO LA PARANOIA ES EVIDENTE

En una ciudad como Bogotá, donde el pan de cada día es ser víctima de robos, atracos y "cosquilleos" en la calle, el bus, el transmilenio y hasta la casa, es normal que uno termine por volverse extremadamente paranoico, muchas veces, sin razón.

Por eso, si usted toma como propia una de las actitudes y comportamientos que le narraré a continuación, es evidente que es tan paranoico como yo:

1. Usted va por una calle oscura y solitaria. Inmediatamente toma su sombrilla (de cualquier tamaño, color y forma) como si fuera un arma contundente que lo pudiera defender de un posible atracador.

2. Para usted, más del 50% de los hombres desconocidos que se topa en la calle, son una amenaza latente para su seguridad. Por eso, los mira de reojo sin perderlos de vista, pero sin ser demasiado evidente y tratando de recordar señas del sospechoso, por si lo atraca. Si es posible hacerlo sin ser más evidente, busca como cambiar de acera "de forma natural".

3. En una situación de posible amenaza, usted comienza a planear su estrategia de escape. Meterse a un bus vaya para donde vaya, cambiarse de andén, ingresar intempestivamente a una tienda para comprar cualquier cosa que le permita alertar al dueño de la tienda sobre el atraco, etc. En un bus, cuando se sube un ladrón en potencia a pedir dinero, usted verifica los puntos donde puede bajarse a la calle así no tenga dinero y esté lejos de su casa. Lo importante es la naturalidad, para no levantar sospechas.



4. Su casa puede ser segura, pero nunca estará lo suficientemente protegida. Por eso, mira siempre qué tipo de minicámaras, grabadoras u objetos escondidos, pueden ayudarlo a evitar a los "apartamenteros".

5. Ha pensado en cargar un celular barato que pueda servirle de "señuelo" para los ladrones, dejándolo en el bolsillo más visible de su ropa. También le gustaría dejar una nota en el celular viejito burlándose del ladrón, pero le da miedo que lo vea en su presencia y tome represalias en su contra.

6. En un bus lleno y cuando viaja de pie, hace esfuerzos sobrehumanos para sentir la billetera que está en su bolsillo del pantalón. Para eso, se roza "casualmente" con el brazo, un asiento o hasta con el de al lado, para verificar que todavía está el bultico y no le han volado su platica.


martes, 21 de octubre de 2014

EL ODIO AL AMIGO SECRETO NO ES CASUAL

Aclaro que no es mi caso personal, no suelo sugerirlo, pero tampoco lo rechazo a ultranza, sin embargo, me di en la tarea de preguntarle a unos cuantos amigos muy cercanos sobre el origen de su evidente odio hacia la participación en el famoso “Amigo Secreto” y, créanme, tienen todos los argumentos para huir cada vez que alguien propone el tema en septiembre.

Por ejemplo, el Señor E recuerda con desagrado una celebración en el colegio en la que todo iba perfecto, con rostros alegres por los obsequios recibidos y, al parecer, el evento no iba a tener ningún inconveniente. De repente, llegó el turno de su compañera Caro Pajuelo*, quien recibió de su amigo, un portarretratos de Hello Kitty y una chocolatina Ítalo. El Señor E no entiende lo que sucedió en ese momento; en un ataque impulsivo y desenfrenado, su compañera salió gritando e insultando a todo mundo porque, definitivamente, el regalo no fue de su agrado. Jamás se habían escuchado tantas groserías juntas en el aula, como ese día.



El Señor M, hace unos años y a regañadientes, jugó al "amigo secreto" tras la insistencia de sus compañeros de trabajo. Llegó el esperado día de la entrega de regalos con una novedad importante, dos personas habían sido despedidas de la compañía el día anterior, pero no se preveía un mayor inconveniente para la celebración. Terminó la entrega y quedó un regalo pendiente, -¿quién falta?-, preguntó el organizador… -Yo- respondió el Señor M. –Tenga este regalo que sobró- La desazón del Señor M no pudo ser mayor al comprobar que el regalo que recibió fue el mismo que había comprado. Una de las personas que había salido de la compañía era su amigo secreto, la otra, quien debía regalarle…

La Señorita K tiene una de las historias más tristes que recuerde sobre esta celebración. En su época de colegio, buscó durante varios días un buen regalo para su amigo secreto, lo que tuvo finalmente el efecto deseado sobre esta persona, que quedó dichosa con el obsequio. Pero su esfuerzo no sería recompensado, pues ella solo recibió un miserable regalo… la persona que tenía su nombre, había olvidado por completo la celebración y tuvo que salir corriendo a la tienda del colegio a comprar lo primero que había y lo que su presupuesto  le permitía…. UN BUÑUELO.

*nombre ficticio que busca proteger la identidad de la persona

jueves, 20 de febrero de 2014

FRASES "SABROSAS" DE AYER Y HOY

Hoy haré un recuento de esas frases típicas que he escuchado casi desde que tengo uso de razón y que pueden ser bastante molestas si se usan en momentos inadecuados.

Dios sabe cómo hace sus cosas: Frase típica de señora madre, amiga/o, etc, para bajarle importancia a un fracaso rotundo que usted acaba de tener en su vida sentimental, laboral o personal. Casi siempre va acompañada de sus inseparables frases amiga “Eso era que no le convenía”, “Ese man no la merecía” o "Mijo cuando Dios cierra una puerta, abre una ventana"* que tratan de esconder en la derrota, un ápice de esperanza. 
Ejemplo de uso: Usted presentó pruebas para entrar a trabajar a Google, pero le fue como el orto. Llega vuelto nada a su casa con la lágrima casi asomada y su mamá lo recibe con el: “No se preocupe mijo, Dios sabe cómo hace sus cosas, eso era que no le convenía”. La traducción de dicha frase en este contexto sería: “Tranquilo mijo que yo sé que es bruto, pero así lo quiero, algo le saldrá”

Al mal tiempo buena cara: Célebre pero conformista frase que, en la misma tónica de la anterior, pretende que usted le sonría a la vida, mientras está más llevado que el putas. Si la tomamos literal, aspira a que usted esté muerto de la risa en un aguacero de caca.

Lloviendo y haciendo sol, son las gracias del Señor: No entiendo muy bien esta frase. ¿Significa que el Señor se la pasa haciendo “gracias”? ¿Por ejemplo hacer llover con sol o botar granizo en pleno verano? Que alguien me explique, por favor.

Todo niño viene con su pan debajo del brazo: Frase recurrente para parejas irresponsables que no se cuidaron y que están en la mala, pero que ya están en la etapa de la aceptación y la conformidad. Entiéndase por “pan debajo del brazo” a los abuelos, tíos y padrinos que después tendrán que rebuscársela para que al pobre chino no le falte nada.

No es lo que parece: Excelente y típica frase de película y telenovela, usada en el “cliché” en que el antagonista, novio de la bella protagonista, es pillado por ella abrazado con una zunga en bola, en la cama. Esta frase se presenta también con algunas mutaciones como: “No es lo que estás pensando” o “Puedo explicarlo”. Y en el fútbol equivale al reflejo de un defensa que voltea a mirar al árbitro y alza las manos para decir que no ha hecho nada, mientras le pega un patadón en la cara a un delantero.

Usted no sabe quién soy yo: Generalmente no, y me importa un carajo saber quién es usted. Esta frase, el 90% de las veces, proviene de algún fanfarrón y engreído político, cura, actor o periodista, que cree que por salir en pasquines todo el mundo debe rendirle pleitesía.
Ejemplo aleatorio (y por supuesto ficticio): “Señor, ¿me puede colaborar con una requisa? -“¿Qué le pasa gran pendejo? ¿Usted no sabe quién soy yo? Soy el Padre Chucho!!!

...Y en el fútbol
Pa’ qué ir a un Mundial si vamos a hacer el oso: Particularmente detesto esta frase utilizada por muchas de las amigas que he tenido a lo largo de la vida. Ir al Mundial lo cambia todo, así sea para salir en primera ronda… De hecho a la mitad de los países les pasa en semana y media, pero QUÉ GRAN DIFERENCIA es ir a un Mundial! Evidentemente, para una mujer a la que no le guste el fútbol, no ir a un Mundial debe representar lo mismo que para mí significa el nacimiento de un chino de la princesa Kate con el príncipe William.

Eso pa’ que lo sigue viendo si van a perder: Frase utilizada casi siempre por el público femenino apático al deporte y que, por alguna razón, tiene que someterse al delirio de los hombres por el fútbol. Obviamente dicha frase es usada en el momento en que peor juega su equipo y cuando está perdiendo por goleada, ojalá con el equipo archirrival. Una de las variantes de esta frase, es la típica “No le digo, jugaron como nunca y perdieron como siempre”.


El fútbol son un poco de manes corriendo detrás de un balón: Frase minimalista y recurrente del público femenino y que, si lo piensan bien, se podría aplicar a todo deporte y/o actividad de la vida. ¿Qué es el tenis? Dos manes corriendo pa pegarle a una pelota con una raqueta. ¿Qué es el modelaje? Un poco de viejas flacas que caminan como garzas para lucir ropa que nunca se vé… Y así habrá infinidad de ejemplos.


* Aporte invaluable de Karen Romero

miércoles, 20 de noviembre de 2013

HOMENAJE A PERKIN



Hoy me permitiré ponerme nostálgico a raíz de un sueño, más bien triste, que tuve hace unas noches.

Perkin era el nombre del perro que vivía en una casa de mi papá llamada El Edén y ubicada en La Gran Vía, una pequeña vereda cerca de La Mesa, Cundinamarca. En realidad, no era nuestro perro, los vecinos lo tenían para cuidar sus pollos y gallinas, pero como recibía de nosotros toda la atención y afecto que nunca tuvo de sus amos y mi madre siempre llevaba una gran cantidad de comida para darle, lo considerábamos nuestro.


Su nombre lo tomé de un Condorito por allá a comienzos de los 80, en el que al mayordomo se llamaba Perkins (imagino que un apellido inglés)… y así se quedó el perro, pero sin la “s”.


Perkin era un perro mediano de mirada triste, de colores grises y oscuros, con un hocico largo y unas orejas grandes y casi siempre apachurradas. Evidentemente era un perro “chandoso” sin ningún vestigio de pedigree, pero, la dura vida que llevó, lo enseñó a ser un perro sumamente inteligente, cuidadoso y precavido con la comida y con la gente. 


Un día de aquellos donde mi papá vertió toda la comida que le llevábamos en una tapa de pintura, improvisada como plato, Perkin, como siempre, comió con rapidez y  urgencia como si no hubiera comido en casi 5 días, (lo que probablemente pasaba, pero yo prefería no pensar); sin embargo, de repente se detuvo y llevó en su hocico y sin roerlo antes, el hueso más grande que encontró hasta un lugar cerca de un árbol; yo lo seguí. Luego, el sabio perro hizo un hueco y escondió allí el hueso. Yo no entendí mucho la acción de Perkin, hasta que mi mamá sentenció: “El perrito está guardando provisiones para la semana”. Recuerdo el dolor que sentí al imaginarme a Perkin aguantando hambre durante la semana y esperando con infinita paciencia a que llegaran mis padres en la Ford 54 para recibirlos con aullidos de alegría y movimientos de cola imposibles de imitar.

El perro también solía comer plantas, para purgarse, decían mis padres, e imagino que en épocas críticas tuvo que alimentarse también de insectos para mitigar el hambre. Sin embargo, gracias a las generosas raciones de “lavaza” que llevaban mis padres, el perro era delgado, más nunca esquelético.

En una ocasión, Perkin trató de evitar que nos robaran y algún ratero miserable y por siempre maldito, le echó veneno para neutralizarlo y evitar el escandaloso ruido de sus ladridos. No se equivoquen, Perkin era un perro noble y más bien pequeño, pero sus ladridos eran tan potentes como los de un pastor alemán.  Perkin duró enfermo mucho tiempo y temimos que fuera a morir, vomitaba todo lo que le llevábamos y su alegría al vernos mermó por su delicado estado de salud. Esta fue la única vez que lo vi “en los huesos”.


Pero a Perkin le deparaba otro destino y se recuperó contra todos los pronósticos. Un fin de semana volvió a ser el más alegre de los canes y comió como nunca lo había hecho, sin dejar bocados para la semana; probablemente sus métodos laxantes lograron contrarrestar el poderoso efecto del veneno. En pocos meses, el perro volvió a ser el mismo de siempre, aunque ya los años lo habían hecho más lento y cansino.


Unos años después, dejamos de ver a aquel perro fiel, pues, según nos dijeron los vecinos y supuestos dueños de Perkin, el perro atacó a una gallina para comérsela y se lo llevaron para otra finca en peores condiciones. Esa versión nunca me convenció, ni en los más críticos días, el perro nunca había sido capaz de atacar a las gallinas, con las que aprendió a convivir y a defender. Nunca pude estar con él en sus últimos días y tal vez, por eso, hace unas noches soñé que estaba de vuelta a El Edén, y veía a Perkin, muy viejo y afligido por todos los años que habían pasado, pero estaba esperándome para morirse en mis brazos.




Única foto conocida del famoso "Perkin" o "Perkis" con su típica mirada triste

jueves, 24 de octubre de 2013

"LA VERDAD A MEDIAS" MISERIA HUMANA CAPÍTULO VII

Víctor era un joven misterioso, introvertido y timorato que, aunque parecía ser una buena persona, también se podía esperar que llegara el día menos pensado con 10 kilos de anfo para volar la universidad.
Ninguno de sus compañeros o escasos amigos sabía lo que pasaba por su mente y en la Universidad solo tenía una fama clara entre sus compañeras y uno que otro compañero de indefinida inclinación sexual… “Ese Victícor tiene un paquete el hijuemadre”…

La fama se debía al uso excesivo de pantalones de cuero, los cuales le tallaban la entrepierna (al parecer, producto de un complicado complejo de “gótico” que lo llevó a creerse El Cuervo), y también al poco cuidado que tenía el hombre al sentarse con las piernas tan abiertas como se lo permitía su flexibilidad, haciendo que sus compañeras se deleitaran murmurando sobre el generoso bulto del hombre como su único atractivo.

Sin embargo, su fama acabó repentinamente aquel 16 de noviembre del 2002, año en que Víctor y sus compañeros tuvieron un paseo casual de “amigos” al que, tal vez, solo fue invitado para que las mentes morbosas pudieran confirmar si en realidad había sido un bien dotado de la naturaleza. Ya varias de sus compañeros se habían ofrecido secretamente para convertir a Víctor en leyenda viviente.

Desafortunadamente, apenas la flota llegó a la casa alquilada de Villeta, los “bienintencionados” compañeros de Víctor, lo llevaron a la fuerza hasta la piscina… No valieron los gritos ni la lucha desesperada del joven, quien sabía que caer en la piscina le podía generar una vergüenza que fácilmente lo iba a marcar eternamente en su grupo de la Universidad. (Y en este blog que no lee casi nadie).
Los cuatro jóvenes que prácticamente lo arrastraban, entre carcajadas, no entendían muy bien por qué una resistencia casi sobrehumana de parte de Víctor. “¿Será que se le encoje el cuero?”, pensaba uno, “¿Será que está estrenando un Nokia 2110?”, meditaba el otro. Ninguno se imaginaba la catástrofe personal que estaba a punto de vivir Víctor cuando cayó al agua.

Pasó un segundo… Risas generalizadas por la caída de panza… Pasaron tres segundos más… Menos risas al ver que el hombre no salía… Pasaron otros dos segundos… El cuerpo de Víctor seguía sin luchar en el fondo y, en su lugar, dos ligeros y oscuros cuerpos comenzaron a emerger…

Nadie entendía lo que estaba sucediendo… “¿Ese man tenía esa vaina puesta?”, era el pensamiento generalizado de mujeres y hombres mientras eran testigos una situación inverosímil… Dos lúgubres medias negras, que en algún momento estuvieron enrolladas y “encaletadas” entre el calzoncillo de aquel hombre que evitaba salir para no ser testigo de su propia vergüenza, flotaban sin vida en medio de la piscina azul.

Aunque todos seguían aturdidos por la escena irreal que estaban presenciando, cuando estalló la primera carcajada de la compañera más “despierta” de Víctor, todos comprendieron que el misterioso joven había tenido una mentira entre su pantalón para ilusionar a las desprevenidas y se unieron sin piedad al ruidoso coro de risotadas que no ha parado ni 11 años después al recordar el día en que murió la “verdad a medias” de Víctor.


Nota: La señorita “K”, fuente de la historia no tiene idea de qué hubiera hecho el hombre al ir a la piscina si este evento no hubiera ocurrido. ¿Tendría algo preparado? ¿Medias impermeables? ¿Pelotas anti stress pegadas con cinta de enmascarar? Nunca lo sabremos.


*La identidad de Víctor está protegida para evitar burlas merecidas… (Al son de una o dos cervezas se podrá revelar sin mayor resistencia)

viernes, 18 de octubre de 2013

APUNTES PERSONALES SOBRE LA CLASIFICACIÓN AL MUNDIAL


1.       Para mí, el jugador de las eliminatorias fue James Rodríguez, seguido de cerca por Ospina y Falcao.  No entiendo qué carajos espera el técnico del Mónaco dejando al margen a un jugador como este en su equipo.

2.       Personalmente, los que quedaron en deuda fueron: Aguilar, quien parece pasarle plata a los técnicos para que lo metan, Amaranto, que mejoró en los últimos partidos, pero siempre tiene una “cagadita” guardada que en el 101% de las veces termina en gol y, por supuesto, el Frodo Medina, que puede ser un buen jugador en el Nacional, pero demostró que está lejísimos de un nivel bueno para la selección, y realmente pienso que la culpa fue de Pékerman por alinearlo en partidos de tanta responsabilidad. Entró “cagao” a Montevideo y Barranquilla y con el agua lejos. Hay que foguearlo y prepararlo, pero de a poco.

3.       Grande Pékerman, aunque tiene que mejorar, sobre todo en variantes y en arriesgarse un poco más con los jugadores jóvenes, nos dejó segundos con 30 puntos, en una inmejorable eliminatoria solo por detrás de Argentina y, no solo clasificados, si no como cabeza de grupo.

4.       En cuanto a ser cabeza de grupo; puede ser un premio relativo, por fuera están Italia, Holanda, Inglaterra y Suecia y muy probablemente nos toque con alguno. Personalmente pienso que sería bueno quedar con un grande en el grupo para saber a qué podemos aspirar realmente.

5.       Qué bueno empezar a foguear a pelaos como Santiago Arias y JF Quintero que muestran la diferencia entre jóvenes con ganas y experiencia a un tipo como Medina al que le falta un mundo. Ojo con Balanta, lo quieren nacionalizar en Argentina por algo, hay que tenerlo en cuenta señor Pékerman.

6.       También para el Mundial hay que tener una cuota de experiencia con Yepes, Mondragón y, por qué no, Dayro... Importantes para liderar en la cancha y manejar los estados de ánimo del equipo.


7.       ¿Alguien sabe si sigue vivo el cojo que vende láminas del Panini en el centro? Seguramente venderá a Falcao a 20 mil pesos… Honorable señor al que le dejé miles de pesos en su bolsillo por unas cuantas monitas.

BARRAS BRAVAS PARA CONGRESISTAS

Con el fin de dejar de insultar tanto árbitro, jugador e hincha rival que en el 99% de los casos desconocemos y que en el 85% generalmente trabaja de una manera digna y honrada, propongo montar barras bravas en el Congreso que se encarguen de “madrear” a nuestros dignos representantes y senadores mientras la pereza, la desidia y la corrupción sigan reinando en esta repudiable institución.

Algunos ejemplos de cánticos que podrían entonar estas barras bravas, podrían ser estos:

“Movete Iragorri movete, movete dejá de joder, que esta gente está p@&% y hoy te queremos joder”     
          
“¿Y dónde está? Que no se vé… El h@&%# de Bernabé”

“Benedetti, Benedetti, qué amargado se te vé, eres un corrupto de m@&%#, que en el Congreso no se vé!"

“Corzo por fin, trabaje gran gamín”

“Ooooohhh, no tienen vergüenza, oh oh oh… Ooooooh, no tienen vergüenza, son corruptos, son 50”