MISERIA HUMANA V. DEL REBUSQUE NAVIDEÑO Y SUS PELIGROS

Por esta época no es nada extraño que el colombiano se invente diversas formas de rebuscarse la platica tan necesaria para una fecha tan comercial. Ya hace algún tiempo habíamos visto al famosísimo Pibe Valderrama vendiendo aguacates en una calle popular de Santa Marta en un estado de alicoramiento medio que hace suponer que estaba tratando de ganarse 20 lucas pa’l otro petaco de Pilsen. Luego, vimos también al no tan popular pero decididamente más detestable chulo-mascota de la Selección Colombia “El Cole” vendiendo faroles en los semáforos de Barranquilla y encubriendo sus verdaderas intenciones bajo un manto de “apoyo social”. Debería ser sincero y aceptar que la crisis en la Selección Colombia ha afectado la venta de sus calendarios porque ya la gente se ha dado cuenta que cada vez que aparece en el estadio, Colombia es un desastre.

http://www.youtube.com/watch?v=pqt4g2Z4DIM&feature=youtu.be (Este es el enlace del video, disculpen pero no tengo ni idea como asociar una imagen o todo el video desde aquí)

Pero si figuras reconocidas han tenido que recurrir a otros ingresos, ¿Qué hace el colombiano promedio? Pues fácil, las calles se ven abarrotadas de mercancía que, a primera vista, parece original, de marca, de calidad, pero si usted se acerca a ella con cuidado, podrá ver que es una muestra más de que al colombiano para engañar a su compatriota no hay quien se la gane. ¿No me cree? Veamos algunos ejemplos:

• “Medias Pinto Blanco”. Todavía no sé si Jorge Luis Pinto y Elkin Blanco sacaron su línea de medias después de sus mediocres actuaciones como técnico y jugador respectivamente. El hecho es que es mejor mirar bien para prevenir que en una visita a la casa de su novia, el dedo gordo del pie derecho se asome por un calcetín roído que parece hecho de celofán. (Foto cortesía del señor John Vega)

• “Tito el rico - Mac Oca”. Las marcas Monopoly y Tío Rico han sido cien veces plagiadas por el “ingenio colombiano” con nombres como “El tío más rico”, “Monopolio colombiano”, etc. Sea cauto y mire primero si el pato que aparece en la portada es igual de blanco a Tío Rico o tiene una ascendencia mestiza que lo hace más criollo. Tenga cuidado con estos juegos de $3,000 porque suelen tener tableros de papel bond de 90 gramos con las casillas dibujadas en sharpie negro y azul y fichas hechas con tapas de esfero BIC recortadas a la mitad.

• “La Muñeca Babie”. Cuando un vendedor en la calle con acento paisa lo invite a comprar “la muñeca de moda” y usted vea una caja que es igualita a la de la “Barbie”, mire de nuevo y tal vez podrá advertir grandes diferencias de esta con su hermana multimillonaria. Además de parecer más coqueta y “prepago” que la original, es muy probable que tenga más articulación una muñeca de porcelana que este juguete.

• “Colonia Lagarte”. Al ser el primo colombiano de “Lacoste”, este producto se puede encontrar por $15,000 en mercadolibre y tal vez por mucho menos en San Andresito. Pero no todo lo que brilla es oro, esta fragancia puede llegar a producir irritación en la piel o desteñir la prenda con la que tenga contacto, no confíe en esa pequeña lagartija inocente que aparece en el empaque.

• “Hello Titty”. Este último descubrimiento de la moda suburbana (foto cortesía del señor Ignacio Ardila), muestra una camiseta de $5,000 estampada con una imagen en principio similar a la de “Hello Kitty” tradicional pero ligeramente desfigurada para simular unas “titts” femeninas bien desarrolladas. Ojo amiga madre de familia, no vaya a ser que la confusión primaria la lleve a adquirir para su hija menor de 12 años una prenda al parecer inocente y tierna pero que le creará un trauma preadolescente difícil de superar.

• “Nintendo Vii”. Este juego de video no es otro que el popular “Family”, primo subdesarrollado del Nintendo ochentero. Sin embargo, la consola y los controles han sido modificados para que un niño incauto alcance a ilusionarse con jugar los Olímpicos de Mario Bros y, en vez de eso, su mayor diversión sea Circus Troupe (tal vez el lector/a recuerde este juego en el que el amorfo personajillo debía brincar unos aros de fuego encima de un león para luego esquivar unos micos fastidiosos). Hay que advertir que Nintendo no ha sido la única marca de juegos de video plagiada por el colombiano, si usted busca bien en este diciembre, igualmente podrá encontrar la Sony FunStation o el Poly Station 3.

Además de las marcas ya nombradas, piénselo muy bien antes de comprar los siguientes productos: Zapatos y botas “Brehme”, “Brama”, “Bruma” cuya suela parece estar hecha de arequipe añejo. Absténgase de negociar camisetas y tenis “Adiolas”, “Amibas”, “Mike”, pues es bien probable que terminen con la popular “desjaretada” o un hueco en la espalda que será visible en su próximo partido de micro. Finalmente, bajo ninguna circunstancia vaya a adquirir baterías “SQNY”, “Panasuanic”, “Panasony”, su hijo maldecirá la vida cuando su "transformer" deje de funcionar el 25 de diciembre a las 8 de la mañana porque las pilas hicieron lo que Megatrón no pudo.