miércoles, 7 de diciembre de 2011

REGLAS PARA UNA PELÍCULA DE ACCIÓN

Los siguientes son los estereotipos más comunes en el 90% de las películas de acción:
• “El malo tiene chaguala”. En el 99% de las veces, el malandrín, villano, bribón, pillo, tendrá una cicatriz en medio de la cara, producto de un accidente, explosión o ácido que le deformó la cara.
• “… Por un crimen que no cometí”. En los primeros 15 minutos el protagonista nos contará su desgracia: “Estuve 5 años en prisión por un crimen que no cometí”. Me atrevo a pensar que esta frase fue tomada de algún político colombiano “encarcelado injustamente”.
• “El cigarrillo y la bota”. Importantísimo que antes de iniciar el exterminio de sus enemigos, el protagonista bote un cigarrillo al suelo y lo pise repetidas veces con su bota de cuero de culebra.
• “La vieja de las piernas”. Igualmente vital (y no sólo para este tipo de películas), que una vieja buenísima se baje de una limosina o carro lujoso con un vestido corto y mostrando sus larguísimas piernas con media velada de vena.
• “El tamaño no importa”. Sea cual sea el arma del protagonista, SIEMPRE tendrá munición. Pistola, revólver, mini uzi, fusil, etc. Todas tienen capacidad para 1576 balas, por lo que nunca habrá que recargarla.
• “Puntería perfecta”. No importa cuán lejos o cuántos enemigos sean, el protagonista siempre acertará a sus objetivos. Por el contrario, los “villanos” están equipados con armas de paint ball, pues lo máximo que pueden hacerle al protagonista son unos cuantos morados.
• “El punto débil”. Si el protagonista tiene una hija, es más que fijo que se la van a secuestrar. Pero no se preocupe, logrará rescatarla en medio de un enjambre de balas y sin un rasguño.
• “Soy el secuaz”. Siempre habrá un secuaz del villano, ojalá un mono fornido de tres metros neonazi o un negro musculoso con cara de malandro del distrito de Aguablanca en Cali, que le dará una pela al protagonista pero que morirá electrocutado faltando 10 minutos de película.
• “Ya lo tiene hombre, mátelo”. El villano siempre tendrá la oportunidad de matar al protagonista, pero en lugar de darle un tiro fácil en la cabeza, lo pondrá a merced de tiburones, pirañas, aviones fallando, rayos láser, paredes corredizas… Por supuesto se salvará en el último momento.
• “Ven a volar”. El protagonista siempre tendrá una escena voladora (casi siempre después de una explosión) que pondrá en entredicho cualquier ley de la física. Pero nunca se romperá un ligamento, menisco, hueso, ni siquiera el pantalón… Ah! y el gel que usa es más efectivo que el “moco de gorila”.
• “¿Y tu bandera?”. La película de acción gringa siempre tiene que mostrar la bandera de Estados Unidos. El héroe le puede portar en su chaqueta, corbata, camiseta, casco de moto, en forma de tatuaje en la nalga, etc. Incluso puede ponerla en un asta sobre un asteroide antes de salvar al mundo o tenerla impresa en un paracaídas luego de lanzarse de un edificio en llamas.
• “Espera hasta el último segundo”. Aunque tenga tres días para hacerlo, el protagonista sólo desactivará la bomba final faltando como máximo 2 segundos para su explosión, antes no.
• “El negro otra vez muere”. A menos que sea uno de los protagonistas, el amigo negro siempre va a morir (como en las películas de terror). Si muestra una foto de su hija y su esposa y le dice al protagonista que las ama, esta será su sentencia de muerte 15 minutos después.
• “Los inmortales”. En este punto radica la principal diferencia de las películas de acción: Sylvester Stallone, Chuck Norris y Jackie Chan nunca mueren. Jean Claude Van Damme moría sólo cuando le pagaban un almuerzo por película. Bruce Willis siempre muere (de hecho a veces ya está muerto). Steven Segal sólo muere si no es el protagonista. Arnold Schwarzenegger es inmortal como humano pero puede morir como robot (qué paradójico).

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